El
Complejo Turístico La Fontanina se encuentra en la localidad de Mata de
Alcántara, este municipio está situado en un pequeño llano ondulado al sur del
Tajo. Limita con Alcántara por el norte, este y oeste y por el sur con Villa
del Rey. Y se encuentra a tan solo 18
kilómetros de la frontera con Portugal.
Atractivos
Turísticos
Mata
es sinónimo de dehesa, de encinas y el intercambio comercial criptomoneda de sosegada vida rural. Su devenir
histórico está sujeto al pastoreo, como muestra el ingente patrimonio en forma
de buhíos repartidos por todo su término. Hasta el S.XIX era nombrada como La
Mata, dependiendo desde el medievo de la Orden de Alcántara, orden militar que
ha vestido su historia y moldeado sus monumentos. Durante la época de mayor
esplendor de la orden alcantarina, S.XV y XVI se construyó su templo
renacentista, la Iglesia de Ntra. Sra. de Gracia. El templo está considerado
Bien de Interés Cultural.
Por
el pueblo aún puede verse alguna chimenea y dos ejemplos de chozo dentro del
casco urbano: uno de ellos es el "bujío de las Viñas" en la calle del
Moral.
Podemos
encontrar también la Calleja de los
Lavaderos una Angosta y variopinta calleja que nos conduce a un regato en el
que antaño las mujeres del pueblo lavaban las ropas de su familia, y en el que
se pueden apreciar en la época de lluvias una bella cascada rodeada de un
quebrado paisaje y no nos podemos olvidar que en este municipio se encuentran
restos arqueológicos muy interesantes, como son las tumbas paleocristianas o
tardo romanas, esculpidas en piedra granítica, repartidas por la dehesa boyal,
encontrándose las más cercanas en la ermita de San Lorenzo.
La
Ermita de San Lorenzo, patrón de la localidad es un emplazamiento tranquilo, al
cual accedemos saliendo de la población, al este, por la carretera de
Garrovillas de Alconétar, en la dehesa de la Montosa. Además de la Ermita,
podemos encontrar tumbas antropomorfas trabajadas en granito, así como curiosas
formaciones de bolos. En definitiva, un lugar de recreo público lo constituye
el embalse de abastecimiento donde hay un merendero y un bonito chozo pastoril.
Igualmente
pueden contemplarse altares rupestres, molinos y bujíos o bohíos, estos últimos
con funciones ligadas a las actividades agroganaderas. Servían de refugios
temporales a pastores y campesinos. Aquí guardaban los aperos y los utensilios
de labranza. En la actualidad, su estructura está siendo recuperada para nuevos
alojamientos rurales.
Mirador.
Construido en piedra y de unos 6 metros de altura. Desde lo alto se puede
observar una buena panorámica de la dehesa matiega, y multitud de aves en su
hábitat natural.
En
la localidad destaca la iglesia parroquial de Santa María de Gracia, esbelto edificio de sillería, en su interior
alberga un gran retablo que corresponde a finales del siglo XVI.
Espacios
Naturales
Si
nos centramos en su entorno natural, el
visitante puede observar un rico espacio natural compuesto por grandes
dehesas y charcas, destacan la Charca de Cueto y La Laguna para la pesca de la tenca. Corredor natural
Rivera de la Mata, escenario repleto de choperas y olmedos, encinares
adehesados, todos ellos emplazamientos idóneos para la observación
ornitológica.
Bohíos.
Uno de los elementos más característico del paisaje de estas tierras son los
bujíos o bohíos, construcciones agroganaderas típicas de la zona. Con forma
circular y levantados en mampostería de pizarra o granito, se utilizaban para
almacenar en su interior el alimento del ganado o para dar cobijo a las
personas que en estas tierras cuidaban del mismo, teniendo en su interior un
amplio banco circular que al mismo tiempo que asiento, en el centro del bohío
la lumbre calentaba a sus moradores. El origen de los bohíos de esta zona hay
que buscarlos en la época celta.
El
Embalse de la Laguna. En las inmediaciones de la charca de la Laguna se han
reconstruido un bohío y unas zahúrdas propios del lugar, haciendo en la zona un
área de recreo donde poder disfrutar de la pesca, de la observación de aves acuáticas
o simplemente de un relajante paseo por la zona. Lo encontraremos muy cerca de
la carretera de Mata de Alcántara en dirección a Villa del Rey.
La
Peña Carnicera. Se trata de un gran bolo granítico que presenta unas oquedades
estratégicamente situadas para permitir el acceso a la parte más alta de la
roca, donde hay una pileta excavada. Bien pudiera tratarse de un santuario
rupestre de época prerromana.
Senderismo
Ruta:
el Pontón de Naharro
Circular
Recorrido:
12,7 km
Iniciamos
la ruta en la Plaza de España, junto a la iglesia de Santa María de Gracia y
nos dirigimos al Arroyo de Arropalma, a las afueras del pueblo, por la calle
Rivera. DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO: En las tres primeras bifurcaciones giramos a
la derecha, hasta encontrar una cuarta en la que nos desviamos a la izquierda.
Inmediatamente vemos los pozos Nuevo y Jaraiz, No abandonamos este camino y al
llegar a la pista (veremos señales blancas y rojas del GR 113) giramos a la
izquierda. A escasos metros a la izquierda está el comedero de buitres y otros
carroñeros, punto de encuentro fundamental para la supervivencia de estas aves,
buen lugar para observarlas. Seguiremos viendo estas marcas blancas y rojas
hasta el puente de hormigón. Desde allí, sobre las aguas del arroyo de la
Rivera, vemos a la derecha el Pontón de Naharro. Continuamos dejando el arroyo
a nuestra izquierda, atravesando una dehesa privada que abandonamos al llegar a
la cancela junto a la carretera. Cruzamos hasta la ermita de San Lorenzo.
Después de visitar la ermita, volvemos a cruzar la carretera entrando por la
cancilla contigua a la anterior y entramos de nuevo en la dehesa boyal. No
abandonamos ese camino hasta llegar a Mata de Alcántara.
Ruta:
El arroyo de la Rivera
Ruta
circular
Recorrido
aproximado 19 kilómetros.
La
ruta discurre hacia el este del núcleo urbano, teniendo como principal atractivo
y eje del recorrido al Arroyo de la Rivera, que proveniente de Brozas y Villa
del Rey, atraviesa Mata de sur a norte buscando la desembocadura en el Embalse
de Alcántara. El recorrido circula por terrenos alomados y suaves de la Dehesa
Boyal de la Montosa, que se hacen más inclinados y pedregosos en el descenso y
la subida al cauce de la Rivera, donde principalmente dominan el monte bajo y
matorral. El régimen del arroyo es claramente estacional y se encuentra seco en
el estío, a excepción de pequeños charcones donde se resguarda una interesante
fauna.
En
primer término la ruta pasa por la dehesa boyal del pueblo, con un típico
encinar envejecido, con claro carácter antrópico, por transitadas pistas
ganaderas y terreno prácticamente llano; luego se adentra en la colada de la
Montosa, donde el paisaje se vuelve más espeso y quebrado, montuoso, hasta
llegar a la carretera de Garrovillas a Alcántara, para continuar desde el paso
de la Rivera a la altura del molino de Pantrigo por un camino en peor estado,
con repechos, curvas y surcos abiertos por la escorrentía de la lluvia, entre
berrocales y matorrales de leguminosas principalmente, dejándose ver a nuestra
izquierda el valle que forma el arroyo, y a la derecha terrenos llanos de
Alcántara con varias casas de labor. La bajada al arroyo no es demasiado
tortuosa, pero peor es la subida desde el Pontón de Naharro hasta Mata dado el
mal estado del camino, la rocosidad y pedregosidad que nos encontraremos.
Ruta
GR 113
El GR 113 cuenta con un recorrido de más de mil
kilómetros que sigue la vera del río más largo de la Península Ibérica, el
Tajo. Incluido en el programa de caminos naturales del Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, desde su nacimiento en los Montes
Universales en la Sierra de Albarracín hasta la frontera portuguesa en Cedillo,
el Camino Natural del Tajo recorre un sinfín de paisajes y gran parte de la
historia y cultura de la Iberia interior.
El sendero atraviesa de criptomoneda chilena este a oeste las provincias de Teruel, Guadalajara, Madrid, Toledo y Cáceres, desde donde entra en Portugal por Cedillo.
El sendero atraviesa de criptomoneda chilena este a oeste las provincias de Teruel, Guadalajara, Madrid, Toledo y Cáceres, desde donde entra en Portugal por Cedillo.
Etapa 38: Garrovillas de Alconétar- Mata de
Alcántara.
Desde
la ermita del Cristo del Humilladero, que se encuentra a la salida de Garrovillas,
parte el sendero a mano izquierda. Nada más empezar a caminar aparece a la
izquierda del camino el convento de San Antonio de Padua, monumento
representativo de la época de los Reyes Católicos, que merece la pena visitar.
Convento
de San Antonio de Padua a la salida de Garrovillas de Alconétar
Esta
primera parte del Camino, que transcurre por una cómoda pista de amplio trazado
atravesando zonas de pasto, olivos y encinas (Quercus ilex), acerca al viajero
a los pinares de Garrovillas. En este tramo el Camino Natural coincide con la
traza de la “Ruta de los Almendros”, una de las rutas que forma parte del
proyecto TRANSLANA; que es una iniciativa comunitaria desarrollada entre España
y Portugal y que surge como una apuesta de revalorización de los caminos
culturales ancestrales.
El
Camino pasa cerca de un cortijo tras el cual se debe atravesar una portilla. A
partir de este punto, se hace más sinuoso y estrecho, dirigiendo al caminante
hacia el pequeño arroyo de Rehana, después del cual la senda se vuelve más
cómoda. Durante este trayecto se puede disfrutar de las grandes rocas
graníticas del camino, que conforman un llamativo paisaje.
Se
trata de un paisaje ondulado, granítico, donde el pino piñonero (Pinus pinea)
ha sido capaz de competir con la encina. El pinar ofrece un recurso natural
como es el piñón, que además de ser aprovechado por el hombre, es utilizado a
la llegada del invierno por aves especializadas en frutos forestales. La senda
se hace más empinada y algunos puntos están dotados de escalones construidos
con troncos de madera, dispuestos directamente sobre el terreno, que facilitan
el paso a través de las zonas más empinadas. Al alcanzar lo alto de la loma se
encuentra a la vera del sendero un asentamiento apícola similar al “cortín”
asturiano. Una vez alcanzado el paraje de Peón, lugar donde se ubica una
cantera, se puede disfrutar de una impresionante vista del pinar.
En
lo alto de esta loma discurre de nuevo el Camino por una cómoda pista, que
atraviesa amplias zonas de matorral y repoblaciones forestales. Aquí se
encuentran unas instalaciones ganaderas desde las que el visitante contemplará
la imagen al fondo del pantano de Alcántara. Continúa el trayecto durante un
largo trecho atravesando un paisaje similar; el ganado sale al paso casi de
forma continuada, especialmente junto a algunas charcas o lagunillas donde
estos animales abrevan. El Camino atraviesa varios cotos de caza, que en
ocasiones están cerrados con portillas y otras veces están dotados de pasos
canadienses.
El
paisaje experimenta un ligero cambio al acercarse a una majada donde pasta el
ganado, cerca de un arroyo. Y es que en varias ocasiones a lo largo de esta
etapa el viajero pasa por pequeños cursos fluviales, destacando los del río
Alcalfe y el arroyo Rivera de la Mata, salvando el primero mediante un puente y
el segundo mediante un vado de piedra. Los verdes pastos contrastan con el
resto del paisaje que ha ido acompañando al camino. Encinas y olivos surgen de
nuevo para dejar atrás el paisaje arbustivo característico de este largo
trecho.
El
Camino cruza un puente en las proximidades de Mata de Alcántara
Muy
cerca ya del destino final, la etapa entra en un encinar donde los ejemplares
centenarios ofrecen al caminante una bonita estampa. Es fácil observar a los
buitres, sobrevolando tranquilamente esta escena en grandes grupos, que
fácilmente pueden superar los veinte individuos. En esta zona, el viajero
cuenta con un área de descanso con mesas y bancos de madera, dotada de
escalones rústicos de acceso. A la salida del encinar el camino transcurre
bordeando una pequeña presa, después de la cual el camino se convierte en
carretera que da acceso directamente al pueblo de Mata de Alcántara.
Finaliza
en esta localidad la etapa, tras recorrer más de 35 km por un variado paisaje,
desde las zonas más abruptas en las inmediaciones del Pinar de Garrovillas, pasando
por las zonas más agrestes de matorral o las típicas dehesas de encina de la
comunidad de Extremadura.
Etapa
39: Mata de Alcántara-Alcántara
Desde Mata de Alcántara se inicia el recorrido de esta etapa, que en pocos
kilómetros acerca al caminante a Alcántara, una ciudad llena de encanto y con
una dilatada historia. Su emplazamiento estratégico condicionó su evolución
histórica, encontrando vestigios de su ocupación desde el Paleolítico. Dotada
de una importante colección de monumentos, destaca por su vistosidad su puente
romano.
La
etapa da comienzo en la carretera que sale de Mata de Alcántara, a la que el
Camino sigue durante poco más de 2,2 km, incluyendo el giro que efectúa a la
derecha en el primer cruce.
Pasada
esta distancia, el caminante encontrará a mano derecha la entrada a un coto
deportivo dotado de portilla y paso canadiense que da acceso a una pista de
cómodo trazado por la que discurre la etapa. Grandes ejemplares de encinas
(Quercus ilex) salpican el paisaje, donde jaras (Cistus sp.) y retamas (Retama
ssp.) son abundantes.
El
camino toma una pronunciada curva a la izquierda tras la cual se alcanzan unas
instalaciones ganaderas, donde hay una mesa y bancos de piedra a la sombra de
un árbol para descansar. Desde este paraje ya se puede observar la localidad de
Alcántara en el horizonte. De nuevo el embalse de Alcántara aparece ante los
ojos del viajero y no le abandonará ya en todo el recorrido.
Se
puede observar cómo cambia el paisaje en las cercanías del embalse, los árboles
son más numerosos en sus orillas, predominando los matorrales al alejarse de la
orilla del pantano.
El
embalse de Alcántara es un lugar idóneo para la observación de las aves.
Habitan en él diferentes especies de rapaces como el buitre leonado (Gyps
fulvus) o el águila azor perdicera (Hieraaetus fasciatus).
Transcurre
el Camino durante todo el trazado por una amplia y cómoda pista, sin salvar
grandes desniveles hasta la población de Alcántara. Al aproximarse a esta urbe
se hace visible la presa del embalse, inconfundible en la distancia. El
caminante entra en este punto en la Zona de Especial Protección para las Aves
(ZEPA) “Embalse de Alcántara”.
En
este último tramo, el Camino va por la orilla del pantano y casi al final de la
etapa el itinerario cruza un puente, cerrado por una portilla, después del cual
y en una suave subida se alcanza la carretera de acceso a Alcántara en pocos
metros. El viajero atravesará una segunda portilla poco antes de la cual la
pista se transforma en carretera y, desde este punto, podrá observar una típica
construcción ganadera a mano derecha, un bohío, utilizada antiguamente por los
pastores y que en la actualidad se está restaurando debido a su interés
etnográfico.
Estando
muy cerca ya del pueblo, se dejan sucesivamente a la derecha una estación
eléctrica, primero, y después la hospedería conventual de Alcántara, antiguo
convento de San Bartolomé, construido en el siglo XV, y que ha sido
recientemente restaurado. El viajero penetra entonces a en el Lugar de Interés
Comunitario (LIC) de Llanos de Brozas.
Desde
esta posición se divisa el invertir en chile convento de San Benito, que se empezó a construir a
principios del siglo XVI y en el que confluyen distintos estilos
arquitectónicos. Tras cruzar un puente de piedra, el Camino entra directamente
en la localidad de Alcántara; una pequeña población con una trayectoria
histórica que la ha dotado de importantes elementos culturales: desde los
dólmenes y menhires, testigos de los primeros asentamientos humanos; hasta los
vestigios de la cultura musulmana, judía o romana; todos ellos dejaron su
impronta en la localidad, haciendo de Alcántara la ciudad que es hoy en día.
Zonas de baño:
Mata de Alcántara cuenta con piscina municipal, ahora bien, si lo que quieres es darte un chapuzón en piscinas naturales cerca de Mata, tienes las siguientes:
- La Cantera. En Alcántara (Cantera)
-
Piscina Natural de Zarza la Mayor (Río Erjas)
-
Embarcadero de Herrera de Alcántara (Rio Tajo)
Gastronomía
Por
último, no podemos pasar por Mata de
Alcántara e irnos sin degustar sus productos típicos como son los embutidos de
la matanza tradicional, las ricas tencas que alimentan las charcas
"Laguna" y "Nueva", coles con buche, el frite o caldereta
de cordero, la chanfaina de cordero y sus dulces típicos como son las
mormenteras, las empanadas y el frito huevo.
Donde
comer en Mata de Alcántara
Bar
el Castillo
Dirección
C/ Castillo, 13
Teléfono
927 37 11 20
Bar
el Llano
Av.
Del Emigrante
Teléfono
927 37 11 41
Servicios
Discoteca
Hernán Cortés
Dirección
C/ Hernán Cortés, s/n
Teléfono
927 37 10 03
Autocares-
Taxi Cristóbal
Dirección
C/ Oro, 2
Teléfono
927 37 10 33
Autoservicio
Salgado
Dirección
C/ Fragua, 6
Teléfono
927 37 10 39
La
tienda de Extremadura
(Laura
Salgado)
Dirección
Plaza de España, 3
Teléfono
927 37 11 09// 616 693 688
Localidades cercanas
A
tan solo 11 kilómetros encontramos Alcántara, ciudad famosa por su patrimonio,
destaca el puente de alcántara, un
puente romano de seis arcos y de 194 m de longitud. También destaca el Puente
de Segura y Iglesia parroquial de Santa María de Almocóvar.
Dentro
de la localidad se encuentran varios lugares en los cuales podemos degustar la
gastronomía típica de la zona, como son el restaurante “Gundin” y el
restaurante “Kantara Al Saif”, en los cuales podremos probar sus especialidades
como son las perdices de Alcántara, caracoles, tencas y bacalao entre otros
productos típicos de la zona.
Como hemos señalado antes, Mata de Alcántara
se encuentra a 18 kilómetros con la frontera de Portugal, y a tan solo 58 kilometros podemos visitar
las termas de Monfortinho, para relajarse en el balneario portugués, las Termas
de Monfortinho son una sorpresa saludable en un entorno natural que abre las
puertas al descanso, al relax, y a la salud.
Otras
localidades cercanas para visitar: ‘Piedras Albas’, que se encuentra a tan solo
7 kilómetros de la frontera con
Portugal. ‘Villa del Rey’, ‘Aceuche’ o ‘Zarza la Mayor’o la imponente
Garrovillas de Alconétar entre otras.